La evaluación de los reclutadores no solo se limita a revisar tu CV, saber de tus competencias y habilidades.
Cuando acudimos a una entrevista laboral de forma presencial hay aspectos que no se pierden de vista por quienes realizarán dicha entrevista; en este caso, el personal asignado del área de recursos humanos.
Existen aspectos significativos que pueden ser determinantes en esa primera impresión y que, en ocasiones, no ponderamos o damos la importancia adecuada.
De primera instancia, el respeto por la cita que se programó. Si no puedes acudir, es necesario comunicárselo al reclutador.
Ya en el lugar de la entrevista, nuestra postura corporal hablará mucho de quiénes somos y hacia dónde nos dirigimos.
De allí la importancia de saber de qué forma hacer que nuestro cuerpo comunique y que el mensaje que da sea la mejor carta de presentación. No olvides que también los gestos dicen mensajes que el entrevistador recibirá e interpretará.
Atenta a las siguientes recomendaciones:
- Al saludar, es fundamental estrechar firmemente, pero no tan fuerte, la mano de quien nos atenderá. Este apretón nunca debe ser débil; al contrario, con cierta fuerza que demuestre seguridad e interés al estar en ese lugar y momento.
- La mirada deberá ser fija, sin intimidar o amedrentar. Lo ideal es sostener la mirada de quien nos habla de forma natural y que consiga transmitir confianza puesto que el mensaje completo irá acompañado de nuestras palabras.
- Es importante saber respirar. Tómate unos instantes para inhalar de forma regular, sin que sea tan profunda o rápida, pues eso relajará los latidos del corazón y de inmediato ayudará a transmitir la intención que tienes por ser considerada para la posición.
- El clima puede jugarte una mala broma; sin embargo, procura que tu transpiración sea la menor posible para evitar que sea identificado un estado emocional alterado y, con él, se arruine el momento.
- La postura de la espalda deberá ser recta sin exageraciones. La rectitud de tu postura puede mostrar actitudes positivas como firmeza, seguridad y atrevimiento (en el mejor sentido). Además, los hombros bien alineados pueden ayudarte a que la rectitud de tu postura llegue a ser la adecuada.
Esas sencillas recomendaciones transformarán la bioquímica cerebral y conseguirán que se liberen las sustancias que te harán sentir mejor.
Después de todo, la primera impresión es algo que difícilmente se olvida.
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